Tendencia laboral en el mundo: licencia por paternidad
"En muchos casos, los varones no se toman la licencia de paternidad correspondiente, lo cual daña no sólo a ellos mismos sino a las mujeres también", detalló el especialista.
Cuando las mujeres anuncian que van a tener un bebé, en general se procede con una licencia para su cuidado. Por el contrario, cuando un hombre anuncia que va a tener un bebé, en general, no pasa nada realmente.
Las políticas de licencias por maternidad son una buena manera de entender parte de la forma moderna de trabajo.
En muchos casos los varones no se toman la licencia de paternidad correspondiente, lo cual daña no sólo a ellos mismos, sino a las mujeres también.
Por un lado, esto puede fomentar actitudes sexistas y de estigmatización en el lugar de trabajo, mientras que la responsabilidad de cuidar a los niños recae lentamente en las madres, y no les da a los nuevos padres la chance de vincularse con la infancia de su bebé.
Es necesario implementar cambios en las políticas actuales y los esquemas mentales de la fuerza de trabajo, para animar a los varones a tomar la licencia que les corresponde y animar a que eso sea visto "como la norma".
Leyes actuales y tendencias.
Las políticas de paternidad son diferentes alrededor del mundo. En Europa, el promedio de duración de esta licencia es de 12,5 días.
Un estudio llevado a cabo por el Parlamento Europeo determinó que la utilización por parte de los hombres es menor, con sólo un 10% que efectivamente decide tomarla.
Las causas por las que los padres no esperan a tomar la licencia pueden estar relacionadas frecuentemente a los costos, ya que recibir un sueldo bajo con un recién nacido no es una opción para muchos.
Pero los problemas son más profundos: un reporte conducido por CIPD definió que tres cuartos (73%) de los hombres se sienten estigmatizados por tomarse una licencia extendida.
Los estigmas culturales son una barrera.
Un informe de la Comisión Europea expresa que las normas sociales y las culturas laborales juegan un rol importante en la determinación de tomarse la licencia por parte de los varones.
Incluso cuando el acceso a los beneficios es claro, las expectativas sociales están afectando a los hombres a la hora de tomarse su correspondiente licencia, por miedo a la vergüenza o a ser percibidos como "individualistas", lo que puede afectar su trabajo.
Suecia es el ejemplo de licencia por paternidad por excelencia para el resto del mundo.
Aquel país tiene uno de los sistemas para este tipo de beneficios más generosos, con una habilitación de 480 días de pago de la licencia para ambos progenitores, donde cada uno está habilitado a usar la mitad de esos días.
La batalla por el fin del estigma y el desafío de estas normas culturales está funcionando para ese país.
En 2014, los varones se estaban tomando un cuarto del total del pago paternal disponible para una pareja, más de su asignación mínima.
Previamente a esto, se tomaban sólo un 0.5%.
Un cambio de mentalidad.
Si bien, la responsabilidad de cambiar las políticas puede recaer en los gobiernos, hay estrategias de los empleadores que se pueden implementar.
Las empresas pueden empezar por ofrecer opciones de trabajo flexible para los padres y crear una cultura más abierta para abordar los problemas actuales de la licencia por paternidad.
En los últimos años, más compañías impulsaron la paternidad y les otorgaron esta licencia a sus empleados.
Ahora resulta cada vez más obvio: tomarse el tiempo fuera del trabajo para cuidar a los niños es generalmente visto como un asunto de mujeres, no uno parental, porque los hombres no se toman la licencia por paternidad que deberían.
Tanto las mamás como los papás son, al final del día, padres.
Entonces, ambos deben tomarse su licencia por paternidad. Esto va, a la larga, a ayudarnos a todos. (NA)